martes, 9 de octubre de 2012

Economía de Capital o Sentido Común aplicado a las Inversiones en la Empresa

 Economía de Capital o Sentido Común aplicado a las Inversiones en la Empresa

Para algunos autores, gestionar las inversiones de forma rentable descansa sobre unos principios: son los llamados principios de economía de capital. La economía de capital es ante todo un enfoque práctico a los problemas. Persigue incrementar la rentabilidad de la empresa con la inversión mínima, y soslayar el cuello de botella financiero, que como sabemos, es un factor limitativo importante de la expansión empresarial. Por ejemplo, una idea equivocada suele ser pensar que la mejor solución de tipo técnico es al mismo tiempo la mejor solución económica, o si tenemos que alcanzar unos objetivos, no hay que discutir el precio de los medios. Los medios (y más exactamente el valor financiero de los mismos) son un factor a comparar con el rendimiento para obtener la rentabilidad; la perfección técnica no corresponde necesariamente con el óptimo económico y desde luego, con lo que puede ser más conveniente para la empresa en una situación concreta.
Estas ideas de “economía de capital” han sido sintetizadas en algunos principios prácticos de actuación. Son los siguientes:
PRIMERO.- Intentar siempre realizar una producción mayor sin un incremento sustancial del equipo existente, aprovechando mejor los medios actuales. Disminución de tiempos muertos de producción, trabajar en turnos de noche, mejores métodos de trabajo y organización que permitan mejorar productividad, herramientas y equipos anexos que permitan incrementar la producción con poca inversión, etc.
SEGUNDO.- Negarse a poseer, y por lo tanto, a financiar, nada más que los medios necesarios y esenciales para la actividad de la empresa. Evitar inmovilizado extra - funcional y anti- funcional en el balance de la empresa.
TERCERO.- Buscar y utilizar los medios de “rejuvenecer” los equipos existentes a fin de prolongar en la medida de lo posible la vida útil de los mismos.
Ello puede permitir a la empresa mejorar su Fondo de Maniobra al no tener que invertir en inmovilizado, mejorar su rentabilidad económica al prolongar la vida de las máquinas e instalaciones, e incluso en ocasiones, conseguir un plazo “adicional de tiempo de decisión” para la elección del nuevo equipo, lo que puede permitir a la empresa la adquisición de una equipo más avanzado, más barato, etc.
CUARTO.- Si es del todo necesario comprar un equipo, buscar la solución más equilibrada en todos los aspectos.
Descartar los proyectos demasiados perfeccionistas y ambiciosos y no hacer inversiones que no respondan a las necesidades actuales de la empresa.
Cierto que debe tenerse una cierta visión a largo plazo, pero nunca un futuro tan lejano que cuando se alcance, el equipo adquirido ya sea obsoleto.
QUINTO.- No decidir ninguna inversión de importancia más que después de un estudio completo y riguroso, lo que supone, evaluar tanto técnicamente como económicamente y financieramente la inversión que se piensa realizar. Este estudio debe ser realizado con la intervención de las distintas áreas de la empresa involucradas (producción, ventas, finanzas, etc.),y por supuesto, evaluar adecuadamente la oportunidad de la inversión.
Estos principios de economía de capital, deben combinarse y completarse
con los siguientes principios de gestión financiera, en relación con las
inversiones.

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